Isabel Forga | ¿Se puede abrazar la historia por entero?
Sitio web y blog de la escritora Isabel Forga con información de sus novelas, poemas, entrevistas y artículos sobre aspectos literarios, culturales e introspectivos.
Novela, Ficción, Guerrera, Fantasía, Poemas, Filosofía espiritual, Viajes, Entrevista, Escritora, Luna, Sol, Mitología, Booktrailer, Batallas, Aventuras
1681
post-template-default,single,single-post,postid-1681,single-format-standard,ajax_updown,page_not_loaded,,qode-title-hidden,qode-theme-ver-12.1.1,qode-theme-bridge,wpb-js-composer js-comp-ver-5.4.4,vc_responsive

¿Se puede abrazar la historia por entero?

Contemplo el cielo a través de mi ventana, como tantas otras tardes, a la hora en que el sol empieza a ocultarse. También en esta ocasión los pensamientos se suceden y, dependiendo de los acontecimientos de las horas o días pasados, o de lo que mi mente me anuncie para los siguientes, mi percepción del atardecer cambia. En un momento dado, dejo de ver el cielo o la calle que tengo frente a mí, y lo único que veo es mi propia sucesión de pensamientos. Me pierdo en ellos una vez más, y los objetos o las personas ante mis ojos desaparecen.

De pronto, algo llama mi atención de nuevo y regreso al presente. A mis oídos llega de repente el canto de unos pájaros que me había pasado desapercibido por completo, y solo entonces me doy cuenta de mi forma de divagar sin cesar. Sonrío porque puedo contemplar ese pensamiento y sé que es un primer paso.

Sin importar hacia donde miremos, lo único que vemos es nuestra historia, nuestro pasado, y lo que la narración mental nos indica en ese momento. Tanto si se trata de una persona como de un animal o un objeto lo que capta la mirada, las implicaciones son inmediatas y, dependiendo de nuestra experiencia anterior, el ente en cuestión adquirirá unas cualidades u otras. De inmediato se producirá un juicio sobre su aspecto, función, carácter o cualquier otro factor guardado en la memoria que condicionará la relación que estableceremos con él. El juicio podrá ser negativo o positivo, pero casi siempre, inconsciente.

Podría decirse que percibimos la realidad a partir de nuestra historia y, por tanto, existen tantas realidades como historias, es decir, una infinidad de ellas. Según esta reflexión, sería necesario deshacerse de la historia para empezar a ver el mundo de una forma distinta o más clara, y de hecho, muchas personas han llegado a esa conclusión. Sin embargo, yo creo que abrazar la historia por entero nos permitiría también deshacernos de sus propias limitaciones y así cambiar el punto de vista o, más bien, ampliarlo.

La trayectoria personal y colectiva tiene una razón de ser y no podemos negarla sin más. Aceptarla en toda su dimensión sería una forma constructiva de desapegarnos de ella, aunque suene contradictorio. Al contemplar la historia en su totalidad, sin juzgarla, alterarla o disfrazarla interiormente, la estamos incorporando a nuestro camino de vida. Es una manera de conectarla con el plano esencial, como si de una obra de arte se tratara. Siempre he pensado que el arte no necesita jueces, necesita amantes sinceros.

Mi ojos no saben desprenderse por completo de su historia, pero pueden aprender a ser conscientes de ella para ampliar su campo de visión y, de esa forma, trascender la limitación que podría suponer. Tanto las historias de vida como las de ficción nos pertenecen por entero, con cada uno de sus instantes y elementos. Asumirlas y amarlas nos puede abrir vías de percepción distintas que nos ayuden a evolucionar.

Para disfrutar de cualquier historia es necesario distanciarse un poco de ella. A los seres humanos siempre les han encantado las historias y, en algunos casos, llegan a involucrarse hasta casi fundirse en ellas, pero si llegan a disfrutarlas a tal grado, en lugar de sufrirlas, como ocurre con la propia, es porque siempre existe la consciencia de la distancia. Lo que ocurre en ficción, por ejemplo, no está ocurriendo realmente, y si se trata de una historia de vida ajena, tampoco afecta de manera directa. Por lo tanto, se puede tomar como entretenimiento o aprendizaje.

La consciencia de la historia propia sería la más valiosa de todas y ese distanciamiento otorgaría una libertad inmediata porque solo es libre quien aprende a abrazar la historia por entero.

La pregunta para esta Entre Líneas surge de La relación con la propia historia y ¿Es posible fundir la historia y el momento presente?

 

2 Comentarios
  • Tony
    Publicado a las 19:45h, 14 agosto Responder

    Estoy segura de que sí se puede fundir la historia con el momento presente, debido a que cuanto nos acontece en el ahora, está totalmente relacionado con nuestros hechos en el pasado.

    • Isabel Forga
      Publicado a las 02:30h, 16 agosto Responder

      Muchas gracias por el comentario.

Publica un comentario