Sinuosos fueron los minutos
en el dolor de voces pasadas
que resuenan sobre el tiempo
y danzan y ríen y suspiran.
Agrias las aguas termales
prometidas desde siempre
en la desesperación constante
de un túnel de noche fría.
Y lo supiste y lo sabes,
como entonces, como antes,
desde el silencio firme
y perfecto del ahora,
sin esperanzas nuevas
entre quebrados relojes
que marcan las despedidas.
Estado de México, diciembre 2020