Isabel Forga | Todas las historias son historias de amor
Sitio web y blog de la escritora Isabel Forga con información de sus novelas, poemas, entrevistas y artículos sobre aspectos literarios, culturales e introspectivos.
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Todas las historias son historias de amor

A la mente humana le encanta clasificarlo todo, y por supuesto, las historias también deben estar organizadas en géneros. La pregunta más frecuente que se me planteó durante el proceso de escritura de Shaktarha, de Luna y de Sol, fue sobre el género al que pertenecía, por lo que tuve que decidir etiquetarla como novela de fantasía, aun cuando yo tenía muy claro que se trataba de una historia de amor. Claro, debemos distinguir entre el género y el tema, que no es lo mismo que la sinopsis, la estructura o el punto de vista. Pero después de todos esos tecnicismos, yo sigo pensando que todas las historias están, de una forma o de otra, vinculadas al amor.

Las personas buscamos amor desde que abrimos los ojos a la vida. Todas las penas, las alegrías, las ilusiones, los desengaños, los planes, los rencores, los deseos y todo lo que merezca la creación de una historia, ya sea escrita, imaginada o repetida interiormente, se dan como consecuencia de esa búsqueda. Y digo creación porque los hechos en sí no son la historia. Para que haya una historia tiene que existir una mente que la desarrolle a partir de hechos reales o inventados.

Todas las personas crean historias, aunque solo algunas las escriben. Y si analizamos la historia mental con la que hemos compartido nuestra vida, nos daremos cuenta de que la interpretación de cada momento, ya sea positiva o negativa, está ligada a nuestra búsqueda de amor, aunque quizá no de la forma en que creemos. Muchos argumentarán que su historia no tiene nada que ver con el amor, sino con una ambición no alcanzada o con la dedicación a su profesión o con el rencor por una injusticia sufrida o con cualquier otro factor. Sin embargo, cualquier frustración o deseo no realizado o dolor sufrido, se da precisamente por la sensación de carencia con que vivimos los seres humanos, y de ahí el proceso de búsqueda incesante. Alguien que fuera totalmente consciente del amor pleno, abandonaría de inmediato toda búsqueda y ya no necesitaría la historia de su fracaso ni de su éxito. No necesitaría nada más. Podría darlo todo y disfrutarlo todo, y serían otros los que crearían su historia.

Nuestro mundo es un mundo de historias porque es una dimensión inconstante en búsqueda permanente. Una vez despierta la consciencia de ese amor pleno se acabaría la cacería y ya no haría falta la historia. En ese sentido, el concepto de historia encierra en sí una inmensa belleza porque es siempre una travesía de amor en busca de sí mismo. Y podemos llamarlo amor, fondo inalterable o simplemente silencio. Se trata, al fin y al cabo, del espacio en el que la historia se desarrolla.

Retomando así el ejemplo de Shaktarha como historia de amor, muchas personas podrían quedarse en el romance entre los personajes sin advertir que ese sentimiento es al mismo tiempo fin y vehículo hacia el despertar verdadero que trasciende toda dualidad y por tanto toda carencia. El viaje de la protagonista podría ser nuestro propio viaje o el de la humanidad misma hacia esa dimensión verdadera a la que todos nos dirigimos de forma más o menos consciente. Y es por esa razón, más allá de la fantasía o el romance, por la que describo la novela como historia de amor.

6 Comentarios
  • Jessica
    Publicado a las 13:59h, 30 enero Responder

    Siembre me encantan tus reflexiones pero particularmente como historiadora y como lectora de tu espléndida novela de Shaktarha, de Luna y de Sol me ha gustado mucho esta entrada. Estoy de acuerdo, al final, el camino que nos guía en el viaje siempre será el amor. ¡Felicidades!

    • Isabel Forga
      Publicado a las 14:19h, 30 enero Responder

      Te agradezco profundamente tus lecturas y el comentario.

  • Tony
    Publicado a las 19:41h, 31 enero Responder

    Estoy totalmente de acuerdo contigo en que tu magnifica novela de Shaktarha de Luna y de Sol encierra una gran historia de amor. Y me pregunto si es que hay algo en esta vida que no esté relacionado con el amor. Te felicito por esa mezcla de realismo y fantasía que se percibe en todo lo que escribes.

    • Isabel Forga
      Publicado a las 22:17h, 31 enero Responder

      Como siempre, te agradezco el comentario.

  • Paulina
    Publicado a las 16:11h, 20 marzo Responder

    El reto de clasificar un libro me parece un acto reductionista pero necesario. Lo primero, porque usualmente una historia no es una sola cosa, como bien explicas con Shaktarha; tiene matices y múltiples capas, todas partes inseparables de la misma. Pero es necesario para ayudar al lector a encontrarnos, a distinguir esa obra que posiblemente le llame y atraiga de entre tantas otras obras que publicamos todos los que nos dedicamos a esta tan enriquecedora labor. Aún así, resulta muy enriquecedor el reconocer que el hilo que une todas las historias, ficticias o reales, es el amor.

    • Isabel Forga
      Publicado a las 02:20h, 21 marzo Responder

      Tienes razón, la clasificación es necesaria como guía, y siempre la buscamos a la hora de escoger un lectura. Al mismo tiempo, no debemos perder de vista que esa clasificación es tan sólo una indicación que no limita las posibilidades de la obra. Gracias por el comentario.

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