Isabel Forga | Los dos propósitos
Sitio web y blog de la escritora Isabel Forga con información de sus novelas, poemas, entrevistas y artículos sobre aspectos literarios, culturales e introspectivos.
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Los dos propósitos

Propósito es una de las palabras más frecuentes durante los dos o tres primeros meses de un nuevo año. A muchas personas les encanta elaborar listas, y la de objetivos para cada año que empieza no puede faltar. Por desgracia, o por fortuna, según se mire, la mayoría de esas metas suelen abandonarse poco tiempo después. Yo no suelo pergeñar propósitos de año nuevo, por lo que tampoco es mi intención escribir sobre ellos. Cada persona puede elaborarlos a su antojo, como una especie de juego personal, pero para desarrollar ese juego no hace falta esperar al fin o al principio de un año.

Voy a referirme a propósitos en un sentido más amplio o más profundo, es decir, a los dos propósitos que acompañan a todo ser humano a lo largo de su vida, ya sea de forma consciente o inconsciente, y que se relacionan con las dos dimensiones a las que suelo referirme: la circunstancial y la esencial.

El propósito circunstancial es personal de cada ser humano. Hay quienes enfocan toda su energía en estudiar sobre un tema específico o en alcanzar la fama en un campo artístico o en superar récords deportivos. Los propósitos a ese nivel son tan infinitos como el mundo de formas en donde se desarrollan. Unas personas logran sus objetivos y otras no, y a partir de ahí se suele hablar de éxito o de fracaso. Pero en el ámbito circunstancial todo es relativo y no existe nada absoluto en realidad, por lo que tampoco el éxito o el fracaso son absolutamente importantes ni determinan el propósito esencial, que es el mismo para toda persona.

Este propósito esencial consiste en conocernos más allá de nuestra forma humana o de nuestra persona, o sea, conocernos en la verdad de nuestra esencia. En otras palabras, despertar a la verdad del propio ser, descubrir el fondo inalterable y perfecto que nos pasa desapercibido, para dejar atrás la etapa de autodestrucción en la que la humanidad lleva sumida miles de años.

En ese camino, que recorremos de forma más o menos consciente, quizá a lo largo de numerosas experiencias de vida con formas diversas, a veces el fracaso en el plano relativo puede representar un trampolín. Hay personas que han llegado a una iluminación total de la consciencia en la peor de las situaciones y, de hecho, en muchas ocasiones, las etapas difíciles, nos empujan en esa dirección.

A nivel circunstancial, yo siempre he sabido que mi camino son las historias de ficción. Historias leídas, escritas, vistas, imaginadas, pensadas, soñadas, amadas… me han acompañado desde que puedo recordar. Historias que me guían, que me enseñan, que me enamoran y que me muestran otros caminos de vida, además del propio. Las historias constituyen un plano de realidad relativo que puede, sin embargo, vincularse a uno más profundo si se sabe alcanzar su esencia. Así como las personas, también las historias viven en dos planos.

La forma más inspirada de recorrer nuestro camino de vida, sería alinear los dos propósitos. Abrazar el fondo del océano sin perder totalmente de vista las olas efímeras con sus infinitas formas otorgaría el sentido más profundo a la vida humana. Y es muy cierto que las manifestaciones creativas o de cualquier tipo que se desarrollan a partir de esa visión clara del fondo, son siempre más verdaderas. Intentar el procedimiento inverso, es decir, esforzarse al máximo por cabalgar las olas, sin ni siquiera intuir que existe una verdad constante bajo su fugaz belleza, suele terminar en nada al alcanzar la orilla. Es el vacío del que hablan muchas personas que logran sus objetivos para encontrarse después frente al precipicio de la nada.

 

2 Comentarios
  • Paulina Sánchez
    Publicado a las 15:12h, 12 marzo Responder

    No solo debiéramos alinear los dos propósitos sino ser más conscientes de que ambos existen, porque nos enfocamos más en el circunstancial y con frecuencia olvidamos el esencial.

    • Isabel Forga
      Publicado a las 17:37h, 12 marzo Responder

      Exactamente. Como siempre, gracias por leer y comentar.

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