Isabel Forga | El impulso creativo
Sitio web y blog de la escritora Isabel Forga con información de sus novelas, poemas, entrevistas y artículos sobre aspectos literarios, culturales e introspectivos.
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El impulso creativo

La mirada perdida en un mundo invisible, la pluma o el pincel en trance infatigable, el tiempo detenido en un instante perfecto, sin más historia que un sueño intuido…

La creatividad ha estado siempre envuelta en un halo de misterio. En la antigüedad el arrebato artístico se justificaba por medio de mitos, y todavía hoy hablamos de musas cuando la inspiración nos lleva de la mano. Y es que esa inspiración, como el término indica, es el aliento de la vida, la respiración del espíritu.

A lo largo de la historia, el proceso creativo se ha ligado con frecuencia a la demencia o incluso a la ingesta de alcohol o sustancias alucinógenas. No han sido pocas las personas consideradas genios en alguna disciplina artística que han presentado problemas mentales o adictivos. Pero no creo que la creatividad conlleve o conduzca a un trastorno en sí misma. Yo diría que durante el proceso creativo la mente se detiene o funciona de forma distinta y es el choque con lo socialmente aceptable lo que puede llevar a crisis extremas. Más que con alteraciones de la razón, la creatividad debería relacionarse con la poca sensatez que le queda a la humanidad.

La creatividad verdadera nace de esos momentos de cordura que tenemos a veces cuando el pensamiento detiene un instante su narración incesante, como ese espacio entre dos nubes de tormenta que deja pasar de pronto la luz súbita del sol. De hecho, la mente en blanco es lo mejor que puede ocurrir a la hora del trabajo creativo. En el caso de la escritura, por ejemplo, el famoso bloqueo se produce cuando la mente toma control total. Una vez que el ego humano irrumpe con su relato constante de lamentos, miedos y deseos, la fuente creativa cesa.

El impulso creativo auténtico no procede de la persona, o sea de su lado humano, más allá de que este sirva como canalizador de una energía más poderosa. Por eso, se ha hablado de fuerzas mágicas que toman el control. Durante el proceso creativo profundo las personas están presentes, alineadas con su ser esencial, y en unión con la fuente única de todo.

No existe una fórmula ni un esquema programable para la inspiración, aunque la mente puede, a través de su experiencia y conocimiento acumulado, ayudar a planear o moldear después alguna idea. De hecho, es muy cierto que para cualquier trabajo se requiere un orden y una disciplina que permitan el avance porque así funciona el mundo físico en que nos movemos. Este mundo tiene sus reglas y conviene aprenderlas, observarlas y utilizarlas de manera consciente. Es necesario entender sus limitaciones y saber que solo fundiendo las dos dimensiones, a las que suelo referirme como esencial y circunstancial, pueden difuminarse esos límites.

Como siempre, lo ideal es mantenerse en el plano esencial sin dar la espalda a todas las posibilidades que ofrece el plano circunstancial con su asombroso juego de formas. Las técnicas y los planes ayudan a delinear la idea original, siempre y cuando no se haga de manera forzada. Alinearse interiormente con la fuente creativa facilita que el proceso fluya por sí solo.

Cuando el ser y el humano dejan de luchar entre sí y se unifican, se puede hablar de un ser humano en armonía con la vida, y ahí es cuando la creatividad brilla de manera natural y positiva.

2 Comentarios
  • Paulina
    Publicado a las 18:41h, 05 noviembre Responder

    Creo que la creatividad y la empatía van tan de la mano que, si ambas se utilizarán con más frecuencia para regir las decisiones del mundo, tendríamos una sociedad más humanizada. Sin duda, nos falta más apelar a esa sensatez.

    • Isabel Forga
      Publicado a las 19:18h, 05 noviembre Responder

      Muchas gracias por el comentario. Así es, la empatía es una palabra clave para entender la relación que ha existido siempre entre las personas y las historias.

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