21 Abr El difícil regalo del amor imposible
Los amores imposibles han sido siempre uno de los temas literarios más recurrentes y atractivos. En infinidad de obras encontramos seres torturados por deseos irrealizables que ahogan su vida en un mar de dolor.
Poéticamente hablando, ese dolor mismo es el verdadero objetivo del círculo vicioso de sufrimiento y puede dar lugar a bellísimas expresiones del sentimiento humano. Si el objeto del deseo llegara a alcanzarse, se perdería el halo de tragedia que suscita tantas emociones y de inmediato se iniciaría una nueva búsqueda. Así funciona el instinto de las personas y este mecanismo constituye además una fórmula perturbadora y al mismo tiempo fascinante para nuestras vidas, siempre que no nos perdamos en ella. Es decir, cuando entendemos este mecanismo, lo podemos disfrutar, y aprender de él. No hay que olvidar que las historias, tanto de ficción como de vida, son las mejores maestras.
No obstante, también podemos profundizar un poco más y darnos cuenta de que, en realidad, el amor imposible no existe porque el amor es posible siempre.
Cuando el sentimiento de amor nos inunda de pronto de esa forma arrebatadora que llamamos enamoramiento, llega siempre envuelto en una felicidad tan intensa que parece impregnar no solo nuestro interior sino también todo lo que nos rodea, pero ese tiempo de éxtasis sincero no suele prolongarse mucho. El amor en sí, antes de que lo subyuguemos a nuestras expectativas, es belleza y alegría en su más puro sentido. Cuando el sentimiento empieza a producir sufrimiento y depresión, entonces no hay duda de que la mente ha empezado a mezclarlo con factores que ya no tienen nada que ver con el amor, como ambiciones, deseos o planes frustrados.
El amor en sí mismo es el mejor regalo que la vida nos sabe ofrecer. No hay que limitarlo a nuestras aspiraciones, sino dejarlo fluir libremente y tener la certeza de que el camino que tome será siempre más sabio que el que queríamos imponerle. Normalmente, cuando a alguien se le anuncia que tendrá mucho amor en su vida, suele entender que lo va a recibir, es decir, que será una persona muy amada, pero la auténtica felicidad del amor consiste en sentirlo sin más. El objeto de nuestro enamoramiento es un mero estímulo para despertarnos el sentimiento que es ya nuestro.
Asumir esta sencilla reflexión puede suponer un giro radical en la manera de enfocar la vida. ¿Significa eso renunciar a todos nuestros sueños? A mi parecer, se trata más bien de lograr que esos sueños no nos esclavicen. Es más, en lugar de ser esclavos de esos sueños, debemos confiar en ellos porque los sueños son, al fin y al cabo, una forma de amor. Por esa razón, es precisamente al liberarnos de ellos cuando suelen empezar a materializarse.
De esta manera, se puede gozar de los sueños y de los anhelos, así como de esas historias apasionantemente dolorosas que resultan tan atractivas, incluso si se trata de nuestra propia historia, siempre y cuando entendamos que son caminos de aprendizaje y no de destrucción.
Tony
Publicado a las 23:55h, 27 abrilEs muy cierto que los amores imposibles, tanto en la realidad, como en la ficción, suelen despertar un gran atractivo. Pero para los enamorados, pienso que es siempre una tragedia. Y a mi parecer, creo que es un fracaso casi seguro, buscar en otro amor, al que no pudo ser. Tal vez lo más apasionante sea seguir soñando hasta el infinito, sin olvidar el gran realismo que encierra este bello artículo.
Isabel Forga
Publicado a las 00:19h, 28 abrilLos enamoramientos se convierten en tragedias y las relaciones fracasan porque queremos que la vida y las personas se amolden a nuestros deseos. Para que el mundo cambie, primero tenemos que cambiar nosotros y nuestra forma de percibir. Lo importante es la verdad del sentimiento y no quién o qué lo suscite. Gracias por tu comentario.
Pau
Publicado a las 16:22h, 28 abrilCuánto sufren los personajes (y las personas) con los amores imposibles sin saber que todo radica en sus expectativas y no en el amor en sí mismo. ¡Hermosa reflexión!
Isabel Forga
Publicado a las 18:09h, 28 abrilMuchas gracias. Sí, y lo más triste es que amor y sufrimiento se conciben tan de la mano que hasta tratamos de evitar al uno para no caer en el otro.
Beatriz
Publicado a las 19:31h, 02 mayoEl amor imposible, sobretodo para el que lo ha sufrido como fue mi caso, es caótico. Pues según mi manera de pensar, cuando te dañan el corazón, no puedes dejarlo a un lado sin darle importancia. Porque en ese momento tu vida se derrumba, y querrías seguir adelante con normalidad. Pero es imposible, al menos para mí.
Isabel Forga
Publicado a las 01:47h, 03 mayoAhí radica precisamente el problema: en la manera de pensar. Es en la mente donde se crea la historia de sufrimiento, que nada tiene que ver con el amor. Gracias por tu lectura.