22 Sep La realidad de la visión poética
En una ocasión llegó a mis oídos el comentario de que la poesía no aportaba nada a la sociedad ni al mundo, puesto que no suponía ningún avance tecnológico ni científico para la humanidad. Recuerdo que los juicios de ese tipo me causaban gran estupor, y aunque con el tiempo he llegado a entender la clase de razonamiento que los provoca, no dejan de producirme cierta tristeza.
Y en verdad no son pocos los que piensan que las personas con visión poética viven fuera de la realidad, o por lo menos, de lo que ellos entienden por real. Sin embargo, es necesario comprender que la realidad tiene muchos planos y uno de los más profundos es precisamente el que se nos abre a través de esa forma poética de entender la vida.
Al hablar de realidad, la mayoría de las personas se refieren a todo aquello que pueden percibir con sus sentidos, a los acontecimientos que les han ocurrido, y en general, a lo que de una forma y otra, pueden situar en un espacio y un tiempo lineales. No obstante, la realidad nos ofrece otras perspectivas más profundas que nos pueden ayudar a evolucionar en otras direcciones. Hasta el momento, la mente práctica ha proporcionado al ser humano grandes beneficios, pero también inmensas catástrofes.
La visión poética, esencial en toda expresión artística, confiere a la existencia humana una dimensión ilimitada. Podríamos decir que no funciona de forma lineal sino que viaja hacia la profundidad de nuestro ser. ¿Y qué puede haber más real que aquello que nos acerca a nuestra propia esencia?
Desde mi punto de vista, toda manifestación creativa conlleva la esperanza de que el ser humano no está totalmente perdido en un universo incomprensible o incluso hostil. No se trata sólo de una forma excéntrica de entender la vida, sino de una vía de trascendencia. En literatura, por ejemplo, cuando las palabras dejan de ser conceptos mentales y se transforman en expresiones del sentimiento más profundo, se está produciendo una conexión muy real entre el ser humano y la fuente de su propia existencia. Esa conexión trasciende el mundo de los objetos que se sitúan en espacio y tiempo y al que las personas se refieren cuando hablan de realidad. Entramos así en un plano distinto, en una dimensión más genuina de “lo real”.
Quizá esta manera de alinear la visión poética con la exploración espiritual resulte extraña a algunos, pero al analizar la etimología de la palabra inspiración, estrechamente relacionada con las actividades artísticas, vemos que el término hace referencia tanto al insuflo de aire, que es en esencia el aliento de la vida, como a la iluminación del espíritu.
Es cierto que hay un sinfín de formas de entender la vida y, a mi parecer, deberíamos explorar más a fondo las que proporcionan vías pacíficas y auténticas de evolución.
Tony
Publicado a las 01:09h, 30 septiembrePara mí, la poesía es igual que la música, y pienso que esa es la grandeza que nos motiva y nos guía hacia tantas otras cosas.
Es por ello que me identifico totalmente con la gran realidad que puedo entender en este magnífico artículo que acabo de leer.
Mi más sincera felicitación a la escritora, por su manera de entender la vida, y tratar de plasmarla en su escritura.
Isabel Forga
Publicado a las 01:23h, 30 septiembreMuchísimas gracias por tan bonito comentario.
Paulina S.
Publicado a las 15:21h, 03 noviembreSin la poesía, se acabaría la maravilla de cada nuevo día, de cada atardecer; el horror ante la guerra y cada manifestación de nuestros sentimientos. Nos hace falta recordar que ante todo ello, no es una realidad física lo que se describe, aprehende y percibe, sino la más pura respuesta del alma que se conmueve ante la novedad, el dolor y la belleza
Isabel Forga
Publicado a las 16:17h, 03 noviembreMuy profundo comentario, gracias. Así es, sin la visión poética el ser humano se perdería las posibilidades más reales de la vida.
SannyPah
Publicado a las 22:56h, 09 diciembreMake more new posts please 🙂
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Sanny